Del grupo Jueves de Centenario y Fundación Plenilunio, en el marco del Festival de Poesía de Cali
Hay personas que se dejan solas con sus conceptos. Hay personas que repiten lo que les enseñaron mal por siglos, solo repiten. Por ejemplo, la palabra verbigracia que hoy en día significa: 'por ejemplo', viene de una raíz indoeuropea que significa: 'alabar en voz alta'. Pero explicarle a la gente esto y hacerle cambiar su mentalidad de que puede significar dos o tres cosas, pues, como difícil porque si van a un buscador con AI, van a ir a la RAE o a otros significados y van a decir solo lo que se popularizó con el tiempo, que por el uso se vuelve verdad.
Igual pasa con palabras oríginales biblícas, explicarle a alguien que la traducción se perdió que no es verde sino rojo, que no es tomate sino cebolla, pues, como difícil. Y más difícil cuando la gente está interesada en no creer o en repetir lo que le enseñaron por una mala traducción.
Pasa lo mismo con la historia. Hay cosas que se tergiversan.
Pasa lo mismo con los que están al frente de una guerra, quien sobrevive narra su historia y los intereses de los gobiernos narran su propia historia. Quien ejerce dominio sobre la verdad populariza lo que se quiere oír.
Hay personas interesadas en agrandar o maximizar situaciones para escandalizar. A la medida que te metes a ver cosas de ambos lados de la guerra te das cuenta que hay mentiras de ambos lados, claro que hay un lado donde se recrudece el asunto y es inverosimil por la magnitud del daño.
Ahora, tratar de explicarle a la gente en redes que no se sienta con un erudito a aprender que no era el tomate sino la cebolla, me resulta una perdida de tiempo para el que no quiere oír, para el que no quiere recibir las perlas.
Cuando opino hablo desde mi experiencia, no por hablar o por figurar.
Decirle a alguien de un partido político que vi a los de su partido y a su presidente entrar al barrio a comprar votos, y que por boca de los vecinos que recibieron desde un tamal, una lechona o dinero en su casa de forma ilícita..., como difícil, porque luego me va a decir que el de derecha o el de izquierda hizo lo mismo pero a él no le tocó ver la corrupción de su lado sino la del otro lado. Y si yo que vi la dos corrupciones me voy por el partido del medio porque estuve dentro y vi cómo se trabaja desde adentro, igual, complicado, porque le van a buscar el pelo al gato aunque el gato sea de oro y no bote pelo.
El mundo que se dice de mente abierta, es mente abierta para la malicia, no es mente abierta para la verdad.
Por eso hay gente en la vida que cuando le he hablado le deseo que encuentre la verdad o que encuentre la luz de las cosas puestas bajo lupa y bajo reflector.