lunes, 28 de octubre de 2024

Oropéndolas

 

(Foto triste de los días en que extrañaba a mi marido J. Fausto González Martínez).

(La poesía no debe explicarse pero si usted lee historia, ve diversos documentales, entonces entenderá a qué se refiere todo lo que trato de resumir en este poema).


Soy la bebé oropéndola 

desplumándose en un orfanato oriental,

a la que baña la lluvia ácida.

Soy latinoamericana, a la que le acortaron 

la jornada y le horadaron la nube tornasol

-El río rojo absorbido en el alarido abisal-.

Soy la que usaron de cenicero,

la que se salvó del incendio,

la que aprendió a ver con las manos.

Soy la que sembraron en el campo minado,

a la que mancharon su frente

y cubrieron el rostro 

para no lamer las piedras.

Soy la estudiante, la consentida de mamá,

la distraída que no vio el puñal en los camaleones, 

ni pensó en las aureolas volátiles

ni en las magnolias como carroña.

Soy la niña que se quedó sola en casa

la que a los doce años amamantó cuervos.

Soy una aldeana de África,

me tatuaron para el sacrificio:

Comieron de mi carne, 

bebieron de mi sangre.

Soy la que tiene un plato servido en la mesa,

la que dejó la puerta abierta,

la que resolló en la ventana,

a la que esperan,

de la que hablan las paredes…

la que está en duermevela.


2013

sábado, 26 de octubre de 2024

Otro día para morir en paz


No me preguntes porqué estoy aquí

en esta intersección,

en la parte más baja de la hoguera,

quemándome con mi entropía;

tan rota con mi hilo de oro

en este fuego que me resta,

diluyéndome y esforzándome

por aceptar cada muerte,

todo de mí está muriendo,

y duele seguir aquí cada vez

más viva y más racional.

Era más fácil cuando creía que los hombres estaban hechos de pan

recién horneado, sin levadura.

Cuestiono mi camino de pedregales,

todo me resulta inútil:

el amar a ciegas, a tientas

entregándome a la verdad del otro;

dar, siempre dar y olvidarte que lates

(ya no hay nosotros)...

Lo que ha quedado (no de ti ni de mí):

cada uno mira por encima del hombro,

sacan su navaja para dejar su marca

y prosiguen con su mirada altiva;

los escorpiones muestran sus tenazas;

las hienas se ríen el día de tu muerte

porque habían planeado en la sala de su casa la porción que despedazarían,

(pobres hienas, no debieran ser una metáfora porque hay un pueblo en la tierra que las alimenta sin ningún problema);

lo que quiero decir es que estoy bajo amenaza, de nuevo la calumnia,

y espero que limpien nuestros nombres.

He querido que comparezcas delante de mis opresores y me defiendas,

pero me duele que aun a tí te han salpicado con comentarios inútiles

y no estás para defenderte,

para refutar los acuerdos.

Cada vez las cosas me importan menos,

cada vez mi carne se va muriendo,

se acortan los días,

y pienso en el privilegio de quien viajó al lecho limpio y sin mácula.

Aquí mis compromisos los echo al suelo;

hablo porque tengo boca, me quejo:

he sido zaherida con siete puñales,

la gente lo celebra y pienso

de nada me sirve si no ven el reino de los cielos,

de nada me sirve que el azufre consuma sus nervios,

parece que nadie paga nada en esta tierra donde la misericordia está a la puerta,

me sirve es el arrepentimiento,

más me sirve dormir en paz,

buscar lo eterno.

16/10/24


viernes, 18 de octubre de 2024

Milagros

Quiso hacer milagros,

curar enfermos,

levantar muertos;

le hicieron dudar que podía

por ser pobre y ser noble.

Pero habia fiebre en sus manos:

sus palmas hechas de brasas,

sus dedos de suave ceniza,

ninguna nieve le enfriaba

tenía el magma, la lava

capaz de sanar mis llagas

de piedra volcánica.

Llegó hasta mis colinas

y todo le pertenecía

por tener la sed del pobre,

por tener la nobleza del vino,

me trazó un río.

No sé si procedía del norte

de una cultura de oriente,

parecía era anacoreta,

y yo ermitaña de otro

extremo de la tierra.

Un día en sus manos

ocurrieron milagros.




martes, 15 de octubre de 2024

Ansiedad

 


Hoy fue ser menos que polvo,
luchar contra el animal que llevamos dentro;
resistirse a la ansiedad,
a vengarse,
a mostrar la rabia en los argumentos.
Fue soportar el insomio
y no salir corriendo;
sentir que los brazos pesan,
que duele el cuerpo
como animal que se tensa;
luchar contra la inquietud,
la zozobra,
y no entregarse a la materia que corrompe,
a la ciénaga seca.

Que un malaj me detenga a la diestra,

que un malaj me detenga a la izquierda;

no es fácil encarar en el espejo
el orgullo animal,
la soberbia
por defender el hábitat al que tenemos derecho,

y vencer las fieras a las que les brillan los ojos por el afán de morder tus carnes

sin haberte muerto.

Si me marcho quiero ser evolución,

negando,
renunciando;

desprendiéndome de la piel animal,

de garras,

de pezuñas,

de dientes afilados,

del alma animal que llevamos dentro.

15/10/24

sábado, 12 de octubre de 2024

Gracias

 

A Iván

"Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación" Mateo 5. 4

La reina da el toque final a la vestidura del príncipe
sus manos de amor le envuelven
¿su capa contiene las misericordias hechas a David?

una atalaya y la más pequeña en el reino de los cielos le han visto

vieron su traje y el cetro de equidad que da el Rey de la gloria

conocen la ansiedad del corazón de una doncella que sueña lo perfecto

han visto el rostro de las muchachas cuando le miran perplejas

en él hay algo más grande que lo corruptible

ha cultivado la consolación de quien se lavó en la fuente

por eso tiene la voz de los pacificadores
por eso trae calma a esa generación inquieta
y viene a dar continuidad a esa columna necesaria para que el palacio siga en pie

y los rebeldes adoren.


Adiós

Te digo adiós porque no amanece

la noche persiste ante mis ojos;

te digo adiós porque acaecen los antojos

y no hay ni tan siquiera un crepúsculo

donde canten o duerman los jilgueros.

Te digo adiós en el espacio 

en que salimos a volar entre un lucero

y no te das cuenta que en el aire

el halo de tu luz me está llamando.

Te digo adiós entre monosílabos, 

así cantando como quien tararea

la melancólica melodía

con los jirones de una vida 

que entre el caos resurge y se completa.

Te digo adiós como una meta

para no sentir ese punzón de los abrojos;

repartirme con libertad en mil pedazos,

y subsistir en esa paz eterna

como si más allá durmiera entre tus brazos.

lunes, 7 de octubre de 2024

Carta 13 de marzo 2013


Hablar de ti

del antes de tus besos
en tercera persona del olvido
cambiar de nombre, descifrar
las páginas de tu historia
al recortar tu cuerpo de papel
en la filigrana,
papel en altamar a la deriva,
con el silencio pleno de ti
cuando afino la guitarra
de tu cuerpo exacto
con caricias secretas
en tu auroral belleza
el barro fragua la magia
para cosechar sueños.

Fausto González



jueves, 3 de octubre de 2024

Diario 3 oct


Hay días en que no estoy aquí,

soy como el atalaya que todo lo observa

y pienso: ¿para qué todo esto?

las luces nocturnas y el ruido de los autos,

el sudor de la gente y la verborrea,

el afán y los aparatos electrónicos como una extensión de los dedos.

Me doy cuenta de que no somos nada

una vanidad que se mueve, nada más eso;

y pienso en el que con orgullo abate creyéndose un dios manejador de hilos ajenos,

pero ese orgullo duele y avergüenza.

A veces simplemente no pienso.

Hay días que no estoy aquí,

y me alejo de mi madre y mis hermanas

porque su angustia es mi angustia

y me canso de sentir;

hay días en que la claridad de un niño

se me vuelve subjetiva,

tan subjetiva como la paz que busco,

tan subjetiva como si los lobos y los perros me dejaran de amenazar con sus dientes.

Hay días que no estoy aquí,

y me siento dopada 

como quien se levanta a deshoras y ya se acaba el día y no encuentra razones para seguir,

esos días en que hay un nerviosismo extraño en el aire,

y el aire se percibe lento, detenido

como una pausa en el tiempo.

Hay días que necesito apagar mi voz

no gritar, no quejarme, no decir nada, alejarme del mundo y ser solo ausencia

como si viviera en el silencio de Dios.

Tribulación II

Julio 15, 16 2025 El núcleo de detiene y gira a la inversa enredando los hilos en el corazón  La mujer del cuadro se desdibuja ella hizo con...