Encuentro en ti una razón para enlazarme
Y me envías tus ángeles para recordarme
cuantas cosas has hecho por mí
todo lo que me has dado y no logro sumarlo
los privilegios y el camino por donde me has llevado
porque hay cosas que no todos ven
porque lo que el Espíritu manifiesta de manera particular hasta formar esa unidad
hace de cada momento un acto especial
que atraviesa espacios a los ojos invisibles pero que los hijos si perciben
como ondas sonoras
Y por esto hablaré de tu territorio.
Tu Territorio
¿Cuál es el territorio donde paseas mi alma para percibir el momento en que las aves duermen, para soñar sobre las alas de la calma?
Todo bajo el sol es descubierto pero a la luna también le has prestado el calor del plasma.
¿Cuál es el discernimiento en que revelas lo que el semblante encubre?
Porque alguien ríe y calla las tinieblas, porque alguien llora una paz que va creciendo y no comprende.
Llévame a volar a esas noches donde declaras el porvenir de las naciones que pese al llanto luego abren sus puertas a tu encanto.
No me dejes aquí con esa soledad que estorba tanto y vuélveme cómplice de los planes que has trazado; porque solo tú sabes lo que conviene y qué feliz es reconocer ese amor que tú nos tienes para confiarnos cosas en este juego de querernos.
Talvez pido mucho, es verdad, pero vuelvo a recordar tu majestad
cómo puedes dejar sentir el alma de algunos seres sin tocarlos
cómo puedes dejar a un hombre saber las cargas de otros sin llevarlas
cómo pusiste palabras en la boca de maestros para los necesitados sin imponerles las manos
y le diste voz a un mendigo, y le diste aliento al menospreciado
solo porque amor te has llamado.
Oigo de experiencias, siento tu poder y digo ¿para qué tanto?
¿Qué quieres de mí en esta isla de decepciones, de desencantos?
Tú que no haces acepciones, réspondeme al volar de tu santa mano
réspondeme y declárame para qué me has llamado en este mundo que no entiendo
porque si dices que tampoco soy del mundo dicha me habrás dado
solo que me hiciste de aguas intensas, de júbilos y quebrantos, y de tantas y tantas penas ya solo me resta dejarme ir sobre el córcel que tú has montado.
Llévame, no me dejes porque cala el frio del desamparo
cuando tu voz se oye hay un éxtasis, una dulzura inigualable que me derrite porque para ser fósforo requiero tu salitre,
tu voz desvanece las cicatrices, y me vuelve esa luz que atraviesa la compuerta de tu patio
en este círculo tú eres mi radio
tú me mides, me completas, y si me sujetas yo habré triunfado como solo tú consuelas y das victoria al desvalido
te necesito mío, en mí creciendo y habré vencido.
30 y 31 de marzo 2024
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