¿Qué harás cuando te enteres que mis manos no estaban sucias?
Que jamás golpeé ninguna caña para quebrarla
Que no fui yo la que ahogaba el trigo
¿Qué harás cuando sepas que razono como una persona altamente sensible?
Hubo cadenas en tus manos
y una pintura yucateca en mi rostro
la palmera deshojada yace en mi lado izquierdo
un ave negra yace en mi lado derecho.
Oigo un discurso político sobre la justicia
la justicia que me hizo falta a mis nueve
me fue devuelta desde lo alto
y de nuevo fue arrebatada
el opresor sigue hablando diplomáticamente
toma lo ajeno y dice a los demás como repartir
mientras le corta las venas a algunos de su sangre
dice haber leído la Biblia…
Y oigo a los contradictores políticos aunque me pesa oírlos
me resulta tiempo perdido
como los doscientos pesos que gasté inútilmente
Y miro como se dejan guiar por fábulas artificiosas
la palmera ya no hace su bamboleo y el vuelo de pájaro se detiene
¿a dónde fue a parar el agua de coco que cicatriza la entraña?
es cierto, tengo el corazón en carne viva
cuando debo nombrar a ciertas gentes me arde
no ardo de ira
prefiero morir de hambre que morir de rabia
No me pases a mí tus cadenas
suéltalas en tanto puedas
para que no te confundas
pensé que hablaba con personas de ciencia
no con personas que obedecen a estratagemas
de estrellas errantes
Yo siempre tuve las manos honestas
pero mientras las abría para mostrarlas
me cerraste la puerta y machacaste mis dedos
es normal que dude de los perros que soltaste para amedrentarme
Sin embargo, conozco de perros desde mi infancia
he metido mi brazo en sus bocas
porque ellos tarde o temprano me darán la razón
pero hallé a los fuertes toros de Basán
en nada genuinos
falsos toros a los que Dios les doblará las piernas
a esos falsos creíste y por eso me irrito
te limitaste a escuchar mentiras desestimando al padre de familia
me libre la vida de olvidarme del padre de familia que me encargó el lagar
¿Qué harás cuando los mentirosos caigan
Cuando descubras sus discursos misóginos y ventajosos?
Siempre estuve para ti y no te diste cuenta
solo hiciste los movimientos que los profanadores te indicaron
Pobre de ti que ya estás en deuda con muchos
acortaste aquel vestido con el que solía verte en los sueños
mientras tanto me recostaré en algún regazo
para ver si lavan las penas de mi cara

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