Violentaron esa ingenuidad con la que amamos
cuando de nuestras manos les entregamos
tierra provechosa con total desprendimiento
esperando que miraran el árbol del centro
el que embebe las aguas salutíferas
Procuramos que en ellos no hubiera
rostros hambrientos
procuramos que nada les doliera
pese a la vida
Violentaron esa ingenuidad con la que amamos
cuando cortamos la cinta y abrimos el paso
y nos quedaron las heridas de la enramada
cuando estaban en nuestros sueños
allanarles el camino
endulzarles la merienda
Procuramos callar ese amor arrebatado
con violencia
procuramos que ese sentir estrepitoso
de querernos no generara celos ni envidias
y nos hicimos tan pequeños
nos olvidamos de ser primeros
y fuimos últimos
Violentaron esa ingenuidad con la que amamos
y cuando fue el momento de levantarnos
de mostrar nuestra verdadera estatura
el ardid estaba puesto como ciudad sitiada
en sus rostros las celadas
y bajo ellas la estratagema
y en sus puños las piedras
las raíces amargas
que guardaban desde la infancia
Violentaron esa ingenuidad con la que amamos
y te declaro libre e inocente
y me declaro inocente y libre.
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