Debí odiarle desde el primer momento
pero era hermoso como un búho de nieve
Pude haberlo destrozado como se arruga la hoja de un texto inútil
haberlo asfixiado con mis manos
pero él era espuma
de esa que quieres tocar con tus dedos cuando te sientas sobre una roca
y metes las manos y los pies
y te inclinas para hacer reverencia al agua y atraparla
de esa que no quieres que se rompa ni se ahoguen sus burbujas
Debí ignorarle y ser solo silencio
indiferencia
pero me hacía creer con su sonrisa que el mundo no era indolente
Debí tacharlo con un marcador permanente
romper su foto
quemarla en un horno
cortar su nombre con unas tijeras
pero él era un banquete de frutos redondos en un salón blanco
de esos que quieres morder suavemente como un trozo de piña dulce que sigue ardiendo en la boca
de esos que no le cuentas a nadie que tienes
para comer despacio
y tal vez como un perro esconder el hueso en la tierra del patio
esconder un pedazo de pan debajo de la cama
Debí encerrarme en la ducha
dejar la llave abierta hasta desgastarme
y que mi piel no lo llamara
pero él era la misma noche
era fantasma
y el mismo insomnio que escribe y canta.
4 may 2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario