Mi sueño es dormir a tus pies como Rut descubrió a Booz;
ser esa la heredad que el Padre puso en tu sola potestad.
Mi sueño es prenderme de ti, de tu hermoso caminar
para que asida a la pulsera de tu tobillo pueda del mundo escapar.
Envuélme, cobíjame, no dejes que nadie me aleje de ti;
suéñame que también espero tu mirar, la sublime señal cuando a tus pies
yo pueda despertar;
eres la misma eternidad.
Muchos hablarán a tu oído, pero yo quiero ser parte de ti,
amarte y cantarte con frenesí;
podré acariciarte ¡oh mi Redentor! porque tu mereces lo mejor; y tu hija muy fiel seré yo,
aquella que no pretende honores
solo el reposo, libre de sinsabores;
¡eres el perfecto gozo!
y no quiero vacilar porque en tus pies quiero despertar.
Cada vez el mundo es más extraño para mí, no logro comprender la falta de sinceridad, pero tú creaste esta humanidad para gloria de tu nombre.
No me olvide yo del santo sacrificio del Hijo del hombre, que me fue propicio;
quiero andar siempre sobre ti como un lunar, como una gota de lluvia que tu pie absorbe.
Como un aceite aromado déjame siempre a tu lado, ¡excelso Dios!
Y borra mi pasado, que no sé vivir sin tu dirección; mi sueño es vivir a tus pies,
ayúdame a estar contigo de una vez.
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