Eras tú, Él de corazón insondableen la morada luminosa
quien pusiera en mis manos
la hoja blanca con su nombre
y en su boca sonrosada tres ¡Hallelujah!
¿Qué inscripción antigua perdura
en mi corazón tallado por tu cincel?
¿Cómo olvidar la mirada de la ovejaen brazos del pastor
si ha tomado la leche celestial
y ha pastado en los prados de mis visiones?
Quiero verle saltar como los cabritos
y arroparle como a los polluelos.
Mi niño conoce el camino del abrevaderobebe de la fuente de los milagros
tiene la hermosura del rey David
más yo lo miro enorme como Goliat
aunque no se levantará jamás
contra sus hermanos
ni pondrá ardid contra sus enemigos;
él sabe del callado que lo apacienta
como la savia en su prudencia
conoce el sol que da lozanía a su planta.
Recuerda el día en que palpitara
su alma tibia de amores
frente a tus ojos de lirios abiertos
y pensaras traerlo en tu límpido soplo
en tu carruaje de flores
de donde los reyes descienden.
Yo te lo doy como un sastre
que cubrirá la desnudez de los humildes
te lo ofrendo como las rosas
que no mitigarán su fragancia
en el templo lo pongo a tus pies
para calzar a los menesterosos
te obsequio su mente donde tú resplandecespara que sea luz en los laberintos
y guía a la entrada de tus mansiones
Dale tu red para que pesque
de lo más puro del mar para tu océano
como al soldador ponle herramientas
que corte las pesadas cargas de hierro
Dueño del reino, que haces paz
entre las naciones
reviste con tu gracia a quien te doy
para ministrar el vino y el pan
en el banquete del Cordero
tú que en mí cortaste los hilos de muerte
y en el desierto pusiste un oasis
abre mi vientre con tu siembra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario