Basado en el poema de Pedro, mi versión.
"mientras un aire de estrellas distantes
barren las hojas del techo." Aires de otoño, Pedro Olvera.
I.
La tierra bebió sangre inocente,
su útero reclama la moldura en dulce arcilla,
las huellas de celestes dedos
difuminadas entre curvaturas,
ha dicho: ¡Amásame!
¡Dame otra embriaguez en los giros de tu luz!
II.
¡Ah, el Azafrán de la pradera!
Si yo me extraviara en su remanso,
en la exquisitez de su perfume
estallando en supernovas al anochecer:
encontraría el primer llanto,
el primer canto abierto de la tarde.
III.
Recogías las hojas de nostalgia que iban cayendo
como una murmuración de los tejados,
de aquel tango, entre arrabales,
cuando volvías a cubrir mi desnudez
por los quejidos del bandoneón.
IV.
Y vienes a sembrarme las risas de cabellos al viento
para que de esta fragilidad retoñe
la más copiosa arboleda.
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