Me vuelco,
me arremolino,
abro camino a mis corceles;
me desbordo por el peñasco,
saco mis alas
para cabalgar por los aires
tu lugar alto de lagos azules
donde me retienes.
Tú ves mi furia de cascadas
como si me desbocara,
yo veo en ti una prisión
con barrotes de mermelada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario