¿Tendrá mi boca el verso que te cautive
como tú tienes dominio sobre mi oído?
¿Quién llenará tu vientre tan exquisito?
Cae sobre mí como cien relámpagos
Sobre mi tierra llueve provechosamente
como pólvora en festival enciéndeme
¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Bendita para siempre tu simiente,
la raíz de Isaí, mi excelso fuerte!
Me has forjado un escudo de hierro
Tu mano me dará de los pilares la fuerza
escúlpeme en lo oculto de tus certezas
Me moldeas como barro bajo tu lumbre
las huellas de tus dedos imprimes
mi ser nombra día y noche tus vides
¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Bendita para siempre tu simiente,
la raíz de Isaí, mi excelso fuerte!
¿Brotarán los cantares en mi casa?
¿En la integridad de efusiva alabanza
probarás de mi bocado con templanza?
Duerma en tus brazos, oh esposo
yo que te soñaba desde la infancia
yo que dependo del aire de tu estancia.
¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Bendita para siempre tu simiente,
la raíz de Isaí, mi excelso fuerte!
No hay comentarios:
Publicar un comentario