No quedará el hollín después del incendio,
limpios, ilesos saldremos,
con las medallas por el combate de cada batalla;
y cerraré la boca frente a mis enemigos,
porque contigo canto como canta en el vientre de la madre el niño,
con la voz en el agua,
con el nutriente en el ombligo,
así es esta llama en el viento;
así es este silencio en el que me guardas,
me acunas y me llamas amigo.
9-10 agosto
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