En el campo, la niña quiso ser libre de esa carga de café mojado sobre su espalda
tan libre como su foto colgada en los puestos del centro, movida por el viento su belleza mestiza y sus ojos profundos atraían los lentes
ella también bajó a la ciudad desde un cielo improvisado
el amor le fue por locura y desvario
y su vientre bendecido le dio grandes lágrimas
pero ella supo levantarse del suelo
hasta tierras de cante hondo
y brisa marina que le trajo sal a su piel
ella también fue destinada a ser sal y luz
a vestirse de blanco satinado
y un vuelo nuevo le esperaba
las lágrimas se convirtieron en ángel
y otro sueño le alegraría
ella guarda en su corazón el misterio
la valentía de las amazonas
de sus brazos han salido las consolaciones
y ha sabido caminar entre las rosas aunque puncen las espinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario